Una hamaca sensorial puede ser una herramienta de apoyo para personas con problemas sensoriales o neurodivergentes, ya que puede ayudar a:
Calmar
El balanceo y el acurrucarse pueden ayudar a calmar la respuesta del cuerpo de "lucha o vuelo".
Mejorar la concentración
El movimiento oscilante y la presión profunda pueden ayudar a organizar el cerebro y aliviar el sistema nervioso.
Desarrollar el equilibrio
El balanceo ayuda a los niños a confiar en que su cuerpo está seguro, incluso cuando sus pies están fuera del suelo.
Favorecer la integración sensorial
El cerebro y el cuerpo trabajan juntos en la hamaca, lo que favorece la integración sensorial.
Ayudan a mejorar la capacidad de atención,
lo que influye también, por ejemplo, en la mejora de las habilidades lectoras de los niños con problemas de integración sensorial y TDAH.
Ayudan a que el niño asuma retos y a que desarrolle la confianza en si mismo
En una hamaca el niño con Trastorno de Integración Sensorial se relaja, se siente resguardado, protegido y se tranquiliza.
Y eso le ayuda a expandir sus ganas de experimentar y de jugar.
El balanceo de la hamaca le ayuda a agudizar la atención y la concentración y mejora el procesamiento de la información que le envía su cuerpo y el entorno.
Las hamacas sensoriales pueden ser especialmente útiles para personas con: Trastorno del Espectro Autista (TEA), Trastorno de procesamiento sensorial (SPD), Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), Trastornos de ansiedad.
top of page
$450.00Precio
bottom of page